jueves, 30 de julio de 2009

Descolorido.

"Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo." Emerson.

Nunca es fácil entrar en algo desconocido para uno mismo. Es fácil encontrar gente que luego te decepcionará.

No es fácil encontrar un grupo en el que uno se encuentre a gusto. Es fácil creer estar en el lugar correspondido y luego acabar deseando correr bien lejos de él.

Nunca es fácil conocer con certeza si la gente es de un modo o es de otro. Es fácil, en cambio, suponer que cada uno tiene una cara B o un “bonus track” escondido para los ojos más atentos.

No es fácil actuar como se debe en cada uno de los momentos. Es fácil, sin embargo, dar motivos ficticios a ojos cegados para provocar una discusión.

Nunca es fácil caer bien a todo el mundo, más bien es imposible. Es fácil acabar teniendo más enemigos que amigos, o falsos hombros con los que contar.

No es fácil conocer cuándo te engañan. Es fácil acabar siendo engañado, burlado e ironizado sin que tú te des cuenta, o quieras darte cuenta, por motivos estúpidos y sin sentido.

Nunca es fácil estudiar una carrera difícil. Es fácil darte cuenta que es realmente lo que quieres hacer y que, muy a pesar tuyo, o no, sin ella no tendrías dónde caer.

Nunca es fácil acabar un año tan bien como lo empezaste. Es fácil pensar que nunca vas a acabar esto que apenas 10 meses atrás iniciaste…

Pero no es fácil, sino obvio, que paso a paso es como se hace el camino, y que un camino con buenos caminantes alrededor se hace más ameno que un solitario paseo.

No es fácil, sino normal, encontrarse gente peleada con la modestia, gente que se preocupa más por disponer del producto que por aquél que lo elabora o gente que debe salir a la calle con losas atadas en los tobillos para poder estar a la altura de nosotros, los “mortales”.

No es difícil, sino prácticamente imposible, conocer a tu alma gemela el primer día, mantenerla durante unos meses y que todo acabe bien. Es fácil, tarde o temprano, distinguir una sonrisa falsa de una verdadera, un abrazo forzado de uno espontáneo, unas excusas de unas verdades y un poco de palabrería barata de dos palabras que salgan del interior.

Es fácil caer. Más fácil es recaer. Y aun más fácil es aparentar estar de pie cuando estás boca abajo.

Es complicado borrar el pasado y tejer día a día un presente afín a tu forma de ser. Necesitas de los mejores tejedores para una obra de tal magnitud.

No es fácil encontrar unos pilares en los que sostenerse durante los altibajos, al igual que es muy difícil encontrar manos en las que aferrarse, hombros en los que llorar y tumbas en las que guardar las verdades más ocultas.



Es difícil, muy difícil… pero afortunadamente, yo los tengo.

1 comentario:

  1. Ains Edgar...de verdad que no me imaginaba que escribieras así. Si no fuera porque a menudo te metes conmigo por temas que ahora no vienen al caso (xDDD)y que además eres zurdo, te diría que es posiblemente la mejor entrada de blog que he leído en muchísimo tiempo ;)

    PD: Presi, fíchalo para la revista YA!!!! xDDD

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